En la segunda parte el acoso valencinista sobre el Villarreal fue, aún si cabe, mayor. La entrada de Senna para liberar a su equipo de la presión, lejos de funcionar, le salió por la culata al Villarreal, ya que acabó retirándose antes de finalizar el partido por una lesión.
En el Valencia la portería la defendió Guaita, pero sólo hubo noticias de él en un mano a mano que le ganó a Nilmar. Fue la excepción que confirmó la regla. En el fútbol no siempre gana el mejor. El Valencia lo fue, de largo, contra el Villarreal.
- Atacar para nada. El Valencia asedió el castillo amarillo sin consecuencias. No metió ni un tanto cuando se mereció dos o tres.
- La sorpresa de Emery. Tres centrales y dos carrileros largos, con Albelda y Maduro en el centro del campo. El Villarreal fue encadenado.
- El resultado de la discordia. 0-0 y la vuelta en El Madrigal. Aunque lo pueda parecer, no es un resultado demasiado bueno para el Villarreal. Un gol ché allí vale doble.
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